IAPRL
La prevención de riesgos laborales (PRL) es la disciplina que busca fomentar la seguridad y salud de los trabajadores a través de la identificación, evaluación y control de los peligros y riesgos asociados a un ambiente laboral, aparte de promover el desarrollo de actividades y medidas precisas para prevenir los riesgos derivados del trabajo.
Los riesgos laborales son las posibilidades de que un trabajador padezca una enfermedad o bien un accidente vinculado a su trabajo. De este modo, entre los riesgos laborales están las enfermedades profesionales y los accidentes laborales.
Las enfermedades profesionales fueron recogidas en España en una lista a través del R.D.1299/2006. Son todas y cada una aquellas producidas a consecuencia de las circunstancias psíquicas, físicas, químicas, geográficas, etcétera, en que desarrollan los profesionales su trabajo.
Se dividen, conforme a dicho R.D., en 6 conjuntos. Las enfermedades con origen laboral pero no incluidas en ese listado, son consideradas como enfermedades derivadas del trabajo o bien como accidente laboral.
Por otra parte, un accidente laboral es aquel que se genera, por fallo humano o bien de otra clase, a lo largo de la jornada de trabajo de una persona, como aquellos accidentes que tienen lugar en el recorrido de ida del trabajador al puesto o bien en el recorrido de vuelta del trabajo a casa (se llaman accidentes in itinere).
La legislación se fundamenta en el derecho de los trabajadores a desplazarse a su trabajo en condiciones de seguridad y salud, lo que supone un deber del empresario hacerse responsable de dicha protección.
Los accidentes laborales pueden suceder por distintas causas, como por ejemplo, por condiciones físicas del empleo, por falta de prudencia del trabajador, de sus compañeros o bien de sus superiores, por circunstancias medioambientales y climatológicas, por maquinaria con un mantenimiento defectuoso, por fallos de sistemas de información, por una mala organización del procedimiento de trabajo, etc.
La prevención de riesgos laborales valora los riesgos de cada campo, cada empresa y cada puesto de trabajo y trata de fijar las medidas para disminuir al mínimo o bien evitar en todos y cada caso los accidentes y enfermedades profesionales. En ciertos casos se actúa sobre la compañía (medidas de prevención que afectan al centro de trabajo y a todos y cada uno de los trabajadores) y en otros, sobre el trabajador (medidas de prevención individuales, como casco, arnés de seguridad, mascarilla, calzado, etc).
Si se efectúa una conveniente administración y gestión de la prevención de riesgos laborales, tanto las empresas como los trabajadores se adelantarán a los riesgos y van a ser capaces de disminuir al mínimo las bajas, accidentes y enfermedades laborales. Pero además de esto, una buena prevención de riesgos laborales no solo logra disminuir al mínimo los daños, sino que también es clave para prosperar en la mejora de los empleados en su día a día y, por tanto, mejorar su calidad de trabajo y su productividad.
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